No sé si te ha pasado esto alguna vez, pero quiero compartirte lo que yo he vivido y experimentado. Muchas veces puede haber enojo, decepción, frustración, por la temporada que estás viviendo porque no se parece en nada con lo que viste en tus sueños o anhelos, que guardas desde hace tiempo en tu corazón. Pero, ¿te has preguntado el por qué sigues ahí? Hay algo que debe ser diferente, ¿no crees? Muchas veces esos sentimientos de enojo, frustración, de molestia, por no lograr lo anhelado nos puede nublar el entendimiento, manteniéndonos en eso que no deseamos, impidiéndonos ver con claridad lo que Dios quiere enseñarnos, justo en esa temporada de nuestra vida que nos está molestando o irritando. Y no precisamente tiene que ser algo que no deseas, puede ser algo que estés haciendo que te gusta e interesa, pero que parece no tener futuro, o que no te va a llevar a esos sueños que hay en tu corazón. No menosprecies eso pequeño que puedas estar haciendo, o ese lugar en el que estás ahora, porque pienses que quizás, deberías estar haciendo otras cosas de mucha mayor importancia. No permitas que estos pensamientos adormezcan tu mente, y te hagan caer en el engaño de no dar lo mejor de ti, de no hacer las cosas con excelencia, y de caer en esa monotonía sin motivación o pasión. Precisamente, es a través de esas circunstancias que Dios usa para enseñarte la grandeza de lo que puedes llegar a ser. Quizás has pensado: “No, esto lo haré cuando esté en el trabajo que he soñado”, o tener algo planeado para cuando ocupes el lugar o posición que tanto deseas, o no sé cuál sea ese momento, esa situación o esa temporada de tu vida que estás viviendo hoy. Pero te invito a pensar de manera diferente, porque ahí, en nuestra mente, es donde nacen nuestras emociones y sentimientos que se concretan con lo que terminamos haciendo. Hoy te animo a no conformarte con esto que vives, a dar lo mejor que hay en ti, con esfuerzo, con dedicación, con excelencia aunque creas que no tendría sentido ni valor hacerlo, porque créeme, Dios está observándote. Y qué tal si ÉL quiere llevarte a ese gran sueño o anhelo que hay en tu corazón, y que Él puso en ti, precisamente a través de esto incomodo, no deseado e insignificante que piensas que tienes hoy. ¿Qué estás haciendo hoy con esa semilla que Dios te ha confiado? ¿Estás dando lo mejor de ti? No menosprecies esta temporada que puedas estar viviendo hoy, porque estas te moldearán, te perfeccionarán y te llevarán algún día a esa cima de la montaña que Dios ya había preparado de antemano para ti.

Mateo 25:23 “ En lo poco has sido fiel; sobre mucho te pondré

 Déjame tus comentarios: ¿Cómo esta reflexión te ayudó en lo que estás viviendo hoy?

Psicoterapeuta Patty de Sáenz

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *